Ya pasó un año desde el peregrinaje que hice por los rumbos de Galicia hasta Santiago. Caminé 127km en seis días y lo hice sola, una aventura para acompañarme. Hoy estoy del otro lado del mundo, en Los Angeles y recuerdo con una sonrisa infinita esos kilómetros que pasé conmigo.
Ayer leía una entrada del diario que escribí en ese viaje. Tiene que ver con valorar a las personas que se cruzan en el camino y cómo cada interacción con otros puede ser poderosa. Me pareció interesante que justo es un tema que ha sido recurrente en las últimas semanas: agradecer con el alma los afectos, la familia, los amores, los amigos, la muchacha del café de la esquina que me sonríe y mirándome a los ojos me desea buen día.
Aquí te dejo el texto, tal vez resuene contigo.
Un abrazo
Elo
Miércoles 26 de junio 2024, Camino de Santiago, Quinto día.
Un pedacito de bosque solo para mí. DISFRUTAR EL RECORRIDO EN LUGAR DE PENSAR EN LA META.
Este momento, la magia, la belleza. Agradecer CADA VEZ. Estar presente.
Hoy salí al camino con ganas de encontrarme a los amigos que hice ayer y no estaban por ninguna parte. Me sentí como una pequeña emocionada que va al recreo en un colegio nuevo, pero los niños con los que jugó el día anterior no aparecen.
Una forma muy clara en la que este peregrinaje me muestra el valor infinito que tienen las personas que nos acompañan en el camino. Vuelvo a entender la alegría que siempre me da conectar con otros.
Las relaciones son la forma en la que se expresa la divinidad, decía Katherine el otro día. Me pareció tan lindo, en especial porque a veces se me olvida agradecer por TODO el amor que me rodea. Lo doy por sentado. Nuestras relaciones humanas son sagradas.
Hoy puedo ver lo divertido y liviano que se hizo el camino ayer que tuve compañía. Y eso aplica para este camino y todos los que recorremos.
Puedo aislarme del mundo y meditar en silencio por días, pero el aprendizaje más profundo ocurre cuando salgo a la vida y me veo en el reflejo que me devuelve todo lo otro.
Reconozco que para mí, poder compartir esta experiencia humana con otras personas es parte esencial de la vida. Seguir andando y aprender de nosotros a través de los demás.
Estar abiertos, mirarnos a los ojos, vivir con intensidad cada momento y soltar…si no te aferras a lo que crees debería ser, la vida te regala magia.
Amar lo que es y agradecer los pequeños milagros de cada día.
Gracias camino.
Gracias especiales a Sergio, Fran y José Manuel, los amigos que me regaló la ruta.
Sueño con hacer el Camino de Santiago!